Mozart siempre tuvo un carácter infantil y aniñado. Era muy
impulsivo y creativo. Fue muy trabajador, generoso y hospitalario,
aunque no supo administrar bien su dinero. Tenía una gran autoestima,
incluso llegaba a ser un tanto orgulloso e inconformista. Fue muy extrovertido y sociable.
SU INFANCIA
Wolfgang Amadeus Mozart nació en Salzburgo (Austria) en 1756.
En las tardes de invierno, Amadeus jugaba con su perrito Pimperl, corría, perseguía a su hermana Nannerl que era cinco años mayor que él, y hacía muchas travesuras. Nunca estaba quieto, le gustaba mucho cantar y hablar cómicamente.
Amadeus Mozart y su hermana |
Pero cuando su padre daba lecciones de música a su hermana con su
clavicémbalo, Amadeus se quedaba sorprendentemente quieto y silencioso.
Permanecía inmóvil escuchando, fascinado por la música. Un día, cuando Amadeus tenía tres años
quiso probar, se encaramó en el taburete del piano y empezó a tocar sin
partitura, lo hizo sin confundirse ni una sola nota, y también
improvisó sobre las melodías. Fue increíble. Su padre le dijo a su madre
que el niño era un fenómeno extraordinario de la música. A partir de entonces su padre le dio clases de piano y violín.
Mozart niño, junto a su hermana y su padre |
A partir de entonces, Amadeus empezó a componer pequeñas sonatas. Su padre decidió presentar a su hijo a todo el mundo. Con sólo seis años, la vida de Amadeus cambió por completo,
empezó a conocer a reinas y reyes, a princesas y a príncipes,... Ya no
jugaría con niños normales de su edad, corretearía por palacios
persiguiendo a princesitas después de dar sus maravillosos conciertos.
Todas las cortes de Europa querían ver y escuchar al niño genio de la
música. Amadeus era un niño con traje de caballero, con mejillas
sonrosadas y con una peluca empolvada. Era un niño muy simpático y
divertido. Además era tremendamente imaginativo, inventó el Reino de Rücken donde todos sus súbditos eran felices.
Wolfgang Amadeus Mozart de niño |